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todas las fotos son propiedad de Fata Morgana |
Qué ganas tenía de hacer una entrada de escapada de finde. Estaba esperando para una que mereciera realmente la pena, cosa que ha sucedido este fin de semana que he estado en Aveiro, la llamada Venecia portuguesa por la multitud de canales que la rodean y cruzan y que le dan un encanto especial, indudablemente.
Tres son los ríos que desembocan en la ría de Aveiro: Vouga, Antua y Boco. Dicen que es la ría más bonita de Portugal y no lo pongo en duda. Los numerosos canales pueden surcarse en unas góndolas motorizadas decoradas con dibujos cuando menos "peculiares". Juzguen ustedes mismos:

Ojo con las autovías de peaje, por cierto. Están muy mal señalizadas y es facilísimo meterse en ellas sin enterarse. Ya saben que sólo se pueden pagar con un dispositivo electrónico especial y si no pagas, pues te cae un paquete del copón.
Pero no sólo los canales tienen encanto en esta pequeña ciudad de poco más de 60000 habitantes. También hay que destacar numerosos edificios de la arquitectura civil y religiosa, algunos modernistas:
Aveiro en sí no tiene playa, pero sí sus alrededores. la más cercana es la playa de Barra, con su faro. Es una playa brava y peligrosa, pero de gran belleza, como casi todas las portuguesas
Y, por supuesto, hay que destacar Costa Nova, famosa por sus casas a rayas marineras, llamadas "palheiros", son de lo más pintoresco y bonito que hay



En cuanto a la oferta en restauración, pues los españoles estamos de enhorabuena: comer es bastante más barato que en España (beber, no) y además en los locales nocturnos se puede fumar, pues la ley deja que el dueño del local decida. En Aveiro todo se cuece alrededor de A Praça do Peixe, donde está situado el mercado del mismo nombre en un edificio modernista de hierro forjado. Casi todos los restaurantes y bares de copas están allí. Y créanme, hay marcha para aburrir. De hecho, es la ciudad de Portugal donde más movida nocturna me he encontrado. Nosotros probamos dos restaurantes, los dos en esa plaza: o Telheiro y o Mercado do peixe. En fin, para mí la restauración no es la especialidad de Portugal, precisamente, lo siento mucho. No comimos mal porque la materia prima era excelente, pero dejan mucho que desear en la presentación de los platos, guarniciones, etc. O Telheiro es de comida tradicional portuguesa y o Mercado do peixe está considerado más audaz, pero en España estaría calificado también como tradicional. La comida, lo de siempre: bacalao, arroz de marisco, etc. En lo que está mejorando Portugal muchísimo es en sus vinos, tanto en los blancos como en los tintos. Y son bastante más baratos que en España, por cierto. No así el alcohol de alta graduación. Llegaron a cobrarnos seis euros por un gin tonic.

Éste es el bar Toc' aqui, completamente inofensivo a la luz del sol. En cuanto cae la noche, la cosa cambia. Es animadísimo y ponen sobre todo rock de los 80 y 90.

El Caffe da Praça, todo un clásico en Aveiro. Se puede cenar también. Es famoso por sus caipiriñas.
Un DJ espontáneo que nos dio una sesión en plena Praça do Peixe.
En fin, cuarenta y ocho horas muy bien aprovechadas. Hasta la próxima, amigos.