"El triángulo invertido" es mi segunda novela. La considero una “novela crucero”, es decir, una novela escrita a ratos perdidos en el interín de otras cosas más importantes, una especie de pasatiempo relajante. Sin embargo, le tengo un cariño especial, ya que nació a partir de un cuento de San Valentín titulado “La Cita”.
En julio del año pasado, y todavía con el cansancio y la resaca de “Marea negra”, me apetecía muchísimo empezar a explorar el campo de la literatura erótica, de una forma lúdica, sin intentar nada de demasiada enjundia. Ya tenía pensada la historia, así que seguí el ritual que tengo siempre cuando empiezo una obra nueva: releer todo lo anterior. Y en esto que releí “La cita” y me pareció pecado mortal dejar esa historia y esos personajes tan apropiados para lo erótico sin desarrollar, y, así, todos mis planes se truncaron.
Partí entonces de dos retos: intentar escribir un relato erótico sin citar ni un solo órgano sexual, ya fuese con su nombre científico o con el vulgar, y meterme, sexualmente hablando, en la mente de un hombre. Estoy más que aburrida de historias plagadas de penes, vaginas, pollas y coños, y de que siempre se describan los actos sexuales desde el punto de vista femenino e incluso con un puntillo de misticismo. Quería un punto de vista masculino para variar, un punto de vista que abarcase todas las fases de un acto sexual con un narrador en primera persona. Ha sido difícil meterse en la piel de un hombre sin serlo, y tampoco tengo claro que el resultado vaya a convencer. Lo que sí puedo afirmar es que ha sido divertidísimo, pocas veces me he reído tanto escribiendo como cuando me sumergí en el proceso creativo de “Antagonismo”, la segunda parte de la novela.
A partir de ahí dejé que la historia volara sola y la continué en tres entregas más. Introduje un personaje nuevo, más por equilibrar el triángulo que por otra cosa, y resulta que el bueno de Konrad resultó dar mucho más juego de lo que yo hubiera imaginado jamás, convirtiéndose en un mito erótico digno de competir con el protagonista, José Luis.
A pesar de su tono frívolo y su escasa profundidad, la novela no está exenta de cierta sofisticación, sobre todo en técnicas narrativas, en cuanto a la elección de los narradores. Así, la segunda parte experimenta con el narrador masculino en primera persona, mientras que la tercera y la cuarta lo hacen con el narrador múltiple, para dar a todos los personajes la oportunidad de explicarse. Hablando de personajes, son frikis hasta decir basta, pero ahí radica precisamente su encanto. Aún así, no me gustaría conocer personalmente a ninguno de ellos, aunque mucho me temo que mi patético seductor se ha convertido en el hombre que nunca quise ser y, consecuentemente, en mi alter ego.
En cuanto a la estructura, al partir de una historia ya con final cerrado opté por organizarla en partes más o menos cerradas, que puedan leerse independientemente, excepto las dos últimas, que necesitan ser leídas juntas para entender el argumento. Después de unas cuantas relecturas, sigo teniendo la desagradable sensación de que se nota el “pegado con loctite”, pero me parece secundario ante una historia que aúna a partes iguales lo erótico y lo humorístico.
El título tiene una doble, e incluso triple, lectura. Me pareció el más adecuado dada la naturaleza del “triángulo”, figura que a lo largo de la novela se convertirá en cuadrado y, finalmente, en círculo. Tendréis que leerla para entender este galimatías.
Ah, y, además, esta vez no he matado a nadie. En fin, si queréis echar unas risas, leedla. Si queréis echar otra cosa, leedla también. Podéis encontrarla, como siempre, en http://www.bubok.es/libro/detalles/170864/El-triangulo-invertido. Esta vez no he fotografiado la portada, nadie se prestó voluntaria a posar para recrear la composición que yo había pensado.
Se preguntarán qué ocurrió con el relato erótico original que yo tenía en mi cabeza y que quedó aparcado temporalmente... Ya tendrán noticias mías.
Ay que se me está antojando.
ResponderEliminarBs
Cloti
Un consejo, mejor leerla con compañía cerca, XDDD.
ResponderEliminarHola guapa ya la tengo, aunque todavía no le he metido mano, si es que estoy más "liá que el moño una loca".
ResponderEliminarCuando puedas te pasas por mi blog que tengo una cosita para ti.
Besos
Qué bueno que pudiste escribir una novela partiendo de dos bases que querías que se cumplieran como lo del órgano sexual. Por otro lado te feclicito, es muy interesante y da ganas de leerlo dos veces. Está bueno el tema de costa cruceros porque significa que es algo más relajado y lo fuiste haciendo cuando tenias tiempo. Ojalá sigas escribiendo y contándonos un poco de las historias que rodean la escritura de tus textos.
ResponderEliminarMuy lindo blog, seguí así!
Mariana
Hola. Acabo de llegar de vacaciones. Isita, en cuanto deshaga maletas me paso por tu blog, gracias, guapa. Mariana, bienvenida a mi blog y muchas gracias por tus palabras.
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