LOS QUE HACEMOS DE ESTE BLOG UNA CASA DE LOCOS

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MORGANA

JOTAELE

AGÜELO COCINILLAS

Oficialmente, profesora

Escritora

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Oficialmente, abogado

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Hago el amor

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Hago disecciones

Me gusta doña Urraca

Odio la caza, la pesca y los toros.

LIBROS LEÍDOS INVIERNO 2013

J.K. ROWLING: Una vacante imprevista
NOELIA AMARILLO: "¿Suave como la seda?
LENA VALENTI: "Amos y mazmorras"

miércoles, 9 de junio de 2010

LORENZO SILVA: "LA ESTRATEGIA DEL AGUA" ***


Clasificación:

***** ¿Qué haces ahí sentado? Corre a comprarlo.

**** Cómpralo, pero no tengas tanta prisa, puedes ir mañana.

*** Pídelo prestado y olvídate de devolverlo.

** Intenta conseguirlo de segunda mano.

* El crucigrama del periódico te está esperando.

Ay, ay, ay… a ver, cuando a la teta se le acaba la leche, hay que tirar de biberón. Viene esto a cuento porque este fin de semana me he embaulado en tres tramos la sexta y última entrega de la saga de Chamorro y Bevilacqua de mi admirado Lorenzo Silva: “La estrategia del agua”. Y creo que ha tirado de la manta y se ha quedado con los pies al aire, lo siento.

Chamorro y Bevilacqua son una pareja de guardias civiles que investigan asesinatos. Yo me enganché en la segunda entrega, “El alquimista impaciente”, me leí la primera: “En el lejano país de los estanques” y a partir de ahí esperaba como agua de mayo la siguiente novela, con la vaga morbosa esperanza de que los protagonistas se liasen de una vez mientras resolvían satisfactoriamente algún nefando crimen, porque la tensión sexual no resuelta se huele desde la primera novela. También he de decir que Lorenzo me habría decepcionado profundamente si llega a tirar por ese camino. Afortunadamente, a él le interesan otras cosas.

Por supuesto, Silva tiene muchos más recursos para enganchar al lector que una burda historia de cama, y hasta ahora los ha desplegado con maestría: en el segundo capítulo ya estabas enganchado a la historia, cosa que no ha sucedido en esta última, no entra en harina, en verdadera harina, hasta la mitad de la narración. Y el nudo y desenlace, aparte de hiperbólicos, son absolutamente previsibles, cosa que también me ha sorprendido. Por eso me esperaba que compensara por otro lado, pero tampoco. Sí me ha agradado la evolución psicológica de los personajes desde la última entrega (“la reina sin espejo”), pero poco más. Y es que, Lorenzo, cuando hay que dejarlo, hay que dejarlo. Y esa saga no da más de sí, aunque se deja leer con cierto agrado, porque, siempre lo digo, escribes francamente bien. Y además, al leer ésta me han entrado ganas de volverme a leer las cinco anteriores.

2 comentarios:

  1. Pues mira, no he leído yo esos libros... siguiendo tu consejo, leeré el primero y ya veré después, jajaj.
    Besicos.

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