Soy joven, soy guapa. Y estoy enamorada. Supongo que es lo normal al ser joven y bonita. Estoy enamorada hasta el dolor, y es una sensación que me gusta. Y soy correspondida.
Vivo en el campo desde muy pequeña. Me gusta esta vida un poco salvaje, libre, respirando aire puro y haciendo ejercicio. Y aquí es donde lo conocí. Fue hace tres meses. Yo ya estaba notando cambios en mi cuerpo, sensaciones extrañas y desconocidas, a veces agradables, a veces no. Y una mañana que estaba yo asomada al muro de casa, lo vi pasar con su padre y algo se revolvió en mi interior, como un huracán salido de la nada que se hubiese desatado de repente. El objeto de mi deseo clavó sus ojos en los míos durante unos segundos, y no hizo falta hablar porque los dos queríamos lo mismo. En mi caso dio igual que no hubiese tenido una experiencia previa que me avisara de lo que se me venía encima. Sabía que me había enamorado por el sencillo motivo de que sentí algo muy grande que no había sentido nunca.
Desde entonces lo busqué con frenesí. Me aprendí las horas a las que pasaba por delante de mi casa. Gozaba infinitamente con los instantes previos a su aparición, sabiendo que ésta era inminente y que él me miraría, que no podría evitarlo porque también me quería. Y así sucedía, siempre igual, siempre acompañado de su padre, siempre manteniéndome la mirada, hasta que un día…
Un día él consiguió entrar en el jardín, tras eludir la vigilancia de su padre. Los míos tampoco estaban. No hizo falta hablar, porque ambos sabíamos lo que queríamos y que nos queríamos. Nuestro encuentro fue maravilloso porque estábamos sedientos de amor y se repitió muchas veces, quizá demasiadas para lo jóvenes que somos. Y digo esto porque los mayores se empeñan en no dejarnos disfrutar de nuestros sentimientos, cuando ellos probablemente de jóvenes pasaron por lo mismo, pero parece que con la edad adulta lo han olvidado. En fin, su padre se enteró. Por fortuna no le dio mucha importancia al asunto, y nosotros procuramos ser más cautos. Dejé de comer por amor, dejé de dormir por amor, dejé de reír por amor, estaba distraída y un poco triste. Sólo era feliz cuando estaba con él. Sólo vivía para la hora de encontrarme con él. Y a él le sucedía lo mismo, y yo lo sabía aunque no estuviera conmigo.
No tardaron mucho en enterarse mis padres de lo que yo creía que era un idilio secreto, mi idilio secreto, mi historia perfecta. Hablaron con su padre, que confirmó sus sospechas y ahí empezó nuestro calvario. Nos prohibieron volver a vernos. No nos importa, porque nuestro amor pasa por encima de lo material, y aunque físicamente estemos separados, espiritualmente estamos más unidos que nunca. Yo le quiero. Él me quiere. Y eso es lo único que importa, porque la fuerza del amor derriba todas las barreras.
Me llamo Wass, soy una perra mestiza de año y medio y acabo de parir dos preciosos cachorros.
q tierna historia de amor y corroboro que es totalmente
ResponderEliminarcierta.. que unas cuantas personas la hemos vivido dia a dia.
BSS
Que padres más injustos ¿es que no se acurdean de sus viejos tiempos? ¿es que no saben que el amor todo lo puede?. Animo Wass se valiente, y cuida de esos dos lindos cachorritos .Bssss
ResponderEliminarAinsssss Morgana, te leí en tecnopuchero y me encanto, preciosa y tierna historia.
ResponderEliminarUn besito wapisima, me encanta leerte
Como lloro yo aquí??? Nosotros somos los padres
ResponderEliminarjajajjaaj
en mi defensa tengo que decir que Wass sólo tenía unos 8 meses cuando se quedó preñada..que me enfadé muchísimo Si..con el padre violador y con ella por tonta..y que no es que me oponga a que tenga relaciones..me opongo a que la dejen preñada..nada mas jajajajajajaja..
Dejando de lado todos estos puntos...ME ENCANTA CÓMO ESCRIBES. TENDRÍAS QUE PRESENTARTE A CONCURSOS DE VERDAD..EN SERIO.
PERO QUE MUY MUY EN SERIO!
Oye, guapa. De violador nada, ya has visto que ella consintió en todo momento.
ResponderEliminarEres una madre castradora, que lo sepas. Jajajajaja
Muy buena historia y genialmente llevada... hasta el final.
ResponderEliminarUn beso
Gracias, primo. Bss
ResponderEliminarYa sabes que este cuento de amor me encanta.
ResponderEliminarTe he dejado un premio en mi blog. Pásate a recogerlo.
Besos
es bueno compartir historias tristes de amor que nos ayuden a reflexionar y pensar lo hermoso del amor y que hacer para encontrarlo
ResponderEliminar