LA APUESTA PERFECTA*

CLASIFICACIÓN

***** Dedicación exclusiva: desconecta teléfonos, acuesta a los niños, haz pis antes de verla.

****  Párala para ir al baño.

***   Puedes hacer el crucigrama mientras la ves.

**    Puedes verla mientras haces el crucigrama.

*     No la veas

Dirigida en 2007 por Mark Rydell y producida por Danny DeVito, cuenta con un reparto de lujo: además del diminuto actor, actúan una madura Kim Basinger, Ray Liotta, Forest Whitaker y Tim Roth, entre otros.

Esta película torturó mis neuronas la noche de ayer. Bueno, yo la habría titulado “Quiero y no puedo”, es decir, quiero hacer una película coral al estilo de Robert Alman y me olvidé de que cuando lo hicieron rompieron el molde. Si algo salva este engendro, por llamarlo de alguna manera, es el trabajo de los reputados actores. Y eso que Ray Liotta me da grima desde que salió haciendo de sí mismo en una serie de televisión, pero eso es otra historia.

La película mantiene cuatro frentes abiertos y entrecruzados: el matrimonio formado entre una escritora ludópata (Basinger) y un profesor universitario (Liotta); un mago venido a menos que quiere relanzar su carrera (DeVito); un fontanero que usa a su hermano, as del baloncesto, para que le salve el culo en sus apuestas deportivas (Witaker); un mafioso que domina el campo de la correduría de apuestas y sus adláteres (Roth). Añadir a todo esto un policía cojo que quiere trincar a los malos y ya tenemos la trama montada, pero muy mal montada en mi opinión. Primero, porque, como en toda película coral, el planteamiento es difícil de entender, pero uno hace un esfuerzo confiando en que nudo y desenlace estarán a la altura de las circunstancias. Que no lo están. La presentación de personajes y situaciones está demasiado amontonada, salta demasiado las escenas y el escenario tiene siempre la misma iluminación, lo cual no ayuda a la memoria fotográfica. El nudo aún tiene un pase, pero el desenlace es demasiado rápido y demasiado previsible, todos esperando ver sus problemas resueltos al ganar la apuesta en un partido de baloncesto amañado. Witaker, en su papel de actante, decide el desenlace, aunque para eso hay que tragarse antes toda su lamentable y aburridísima historia. El matrimonio Basinger/ Liotta no se lo cree nadie en su sano juicio. Danny DeVito, como mago, no supera ni de lejos su papel de stripper en la última temporada de “Friends”… Por no tener, la película ni siquiera tiene una escena de casino decente, y lo más parecido a la sofisticación que aparece en el film es un portátil Apple propiedad de una nerviosa Kim Basinger, y una preciosa cacatúa blanca, mascota del malísimo Tim Roth, estupendo, como siempre, en su papel de malvado. ¿Y dónde se ha visto una película sobre juego que no sea sofisticada? En fin, que no había presupuesto.

Lo dicho, mejor me hubiera ido viendo por enésima vez “El Golpe”. No veo el momento de salir de casa y devolverla al videoclub.

Definitivamente, la apuesta perfecta es… no verla.