CLASIFICACIÓN
***** Dedicación exclusiva: desconecta teléfonos, acuesta a los niños, haz pis antes de verla.
**** Párala para ir al baño.
*** Puedes hacer el crucigrama mientras la ves.
** Puedes verla mientras haces el crucigrama.
* No la veas.
Bien, vaya por delante que Alan Parker es uno de mis directores favoritos, para muestra, un poco más abajo en este mismo blog, donde dos de las diez películas que recomiendo ver antes de morir son suyas.
Alan Parker dirigió este drama en 2003 magníficamente interpretado por Kevin Spacey, Kate Winslet y Laura Linney, entre otros. Curioso, dos actrices y un director británicos con un actor manifiestamente antibush. Ahora verán el motivo. Por cierto, la producen el propio Alan Parker y el actor Nicolas Cage.
Confieso que la noche que la vi me costó dormir, es de estas películas en las que sigues pensando después, y el día despues, y meses después e incluso años después. La he visto unas cuatro veces, ya hace muchos años que la TV la emite en abierto de vez en cuando, y me sigue quedando la sensación de resquemor, rencor e impotencia que la primera vez que la vi. Supongo que a Alan le encantaría saberlo.
Porque el tema del fanatismo llevado a su máximo extremo encuentra aquí su forma con uno de los temas que más me repele, más aborrezco y más critico, como es el de la pena de muerte. ¿Hasta dónde serías capaz de llegar en tu lucha anti-pena de muerte? La respuesta está en la película. No era la primera vez que Alan Parker abordaba el drama judicial, todos sabemos lo que es una cárcel turca gracias a la magnífica "El expreso de Medianoche", pero llegar a urdir una trama de este tipo para señalar los fallos del sistema judicial en cuanto a la pena capital en EE.UU y que, además sea creíble, es rizar el rizo.
La estructura del film responde al modelo intrigante: planteamiento rápido, nudo lento y desenlace desesperante, mejor verla en casa porque se levantarán, se sentarán y se pasearán estrujándose las manos varias veces durante la proyección. Un profesor de universidad (Spacey) y reconocido activista en contra de la pena de muerte es acusado del asesinato de una compañera (Linney) y condenado a la pena capital. Una periodista que lo cree inocente (Winslet) dispone de muy poco tiempo para conseguir salvarlo. Esta contrarreloj estresante, unida a cómo se van aportando datos a cuentagotas hasta que el espectador tiene todas las piezas del puzzle ante sí, le dan a la cinta un ritmo trepidante que amenaza con dejar sin uñas al que la vea.
Un consejo, véanla bien armados de palomitas, cigarrillos, bebida en abundancia y el teléfono de Amnistía Internacional a mano, pero véanla. Merece la pena
estoy contigo en todo lo que has dicho, es un peliculón, yo la vi tambien hace años y al ver la portada la he recordado perfectamente, hacerle caso y no dejeis de verlas, no os arrepentireis. besos
ResponderEliminarYo no la he visto, pero prometo buscarla en el video club, por que me ha picado el gusanillo.
ResponderEliminarMorgana cuando puedas pasate por mi blog preciosa, hay un premio interesante esperandote.
Un besito wapisima
Voy pitando, Rosa. Qué alegría, me encantan los premiooooos.
ResponderEliminarHola Nica, guapa. Me encanta verte por aquí.
yo no lah e visto pero si me das mi peso en oro me voy a pontevedra averla contigo.... ale ahora dame loq me has prometido jajaja
ResponderEliminarBSS