EL CHISTE DE NOVIEMBRE. POR SUZIE Q

entra un señor en un restaurante acompañado de una gallina. pide una mesa y se acomoda junto con la gallina, que se sienta muy digna a su lado.
llega el camarero y le da la carta, mirando a la gallina con extrañeza, pero no dice nada. después vuelve a coger el pedido.
-¿han decidido ya?
-sí. de primero a mí me trae dos huevos pasados por agua, y a la gallina una docena de ostras, un kilo de percebes y un foie al oporto
el camarero apunta, sin inmutarse.
-¿de segundo?
-si, tráigame un filete a la plancha con ensalada. a la gallina le trae pato a la naranja con guarnición de patatas, arroz, ensalada y verduras rehogadas, además de una paletilla de cordero con patatas asadas y un chuletón de buey
al camarero ya le empieza a temblar el bolígrafo
-supongo que tomarán postre
-por supuesto, yo tomaré una compota de manzana y a la gallina le trae un soufflé, flan con nata, profiteroles con caramelo y tiramisú.
el camarero pasa el pedido a la cocina y ve con los ojos fuera de las órbitas como la gallina se embaula a picotazos todo lo que le han pedido sin inmutarse.
piden la cuenta, y al traerla, el camarero ya no aguanta más
-perdone, caballero, disculpe, pero... ¿me puede explicar? en fin, no quiero parecer grosero...
-¿lo de la gallina? -el hombre sonríe levemente. -sí hombre, un día encontré una lámpara vieja por la calle, salió un genio, me dijo que pidiera un deseo, le pedí tener una polla insaciable, y así estamos...