Inauguro sección. Hacía ya tiempo que tenía ganas de compartir alguna de mis escapadas de fin de semana. Suelen ser a lugares cercanos con encanto. Y nada mejor que estrenarme con un lugar tan maravilloso como Taramundi, pueblo asturiano lindando con Galicia y cuna del turismo rural, como quien dice.
Precisamente, su categoría de paraíso, como dice su página web, viene dada por lo lejos que está de casi todo. Para acceder desde Asturias sin complicarse la vida, lo mejor es hacerlo por Vegadeo. Para acceder desde Galicia, hay más opciones, siendo la de mejor carretera Ribadeo-Vegadeo, pero se perderán unas cuantas cosas si lo hacen así. También pueden acceder desde Lugo, por la nacional 640, o, como hicimos nosotros, desde Lugo pero pasando por Fonsagrada, por la nacional 530, cambiando después a la AS-27. Tiene muchas cosas para ver, pero no es aconsejable para conductores inexpertos, sobre todo por los bancos de niebla repentinos que se forman.
Si ustedes optan por la ruta desde Fonsagrada, tendrán oportunidad de pasar por el lugar llamado La Garganta, y, si se puede, disfrutar de la espectacular vista: está a treinta kilómetros de Ribadeo y desde allí se ve perfectamente la desembocadura del río Eo en el Cantábrico. ¡Impresionante!
Porque si algo se van a encontrar durante el camino, es un paisaje de alta montaña totalmente virgen, verde, con flora y fauna autóctonas, construcciones respetuosas con el entorno, etc, etc, etc. Eso, y, por lo menos, un centenar de alojamientos rurales con encanto donde desconectar de la vida estresante. Ya mucho antes de llegar a Taramundi nos encontraremos con preciosos pueblos, como Santa Eulalia de Oscos, donde comienza la comarca de Oscos-Eo. Merece la pena hacer una parada.
Una vez que llegamos a Taramundi, nos encontraremos con que toda la zona está dedicada a mostrarnos ingenios que aprovechan la energía generada por el agua. Así, Mazonovo posee un antiguo molino hidráulico para trabajar el hierro; Pardiñas, una fragua y un mazo donde se hacen las mejores navajas y cuchillos de Taramundi; Bres, una casa del agua con unas maquetas increíbles que nos muestran todas las posibilidades del agua como energía ¡y que nos permiten manejar! Y lo mejor: la aldea de Teixois, sólo con dos habitantes, que ha rehabilitado todo su conjunto etnográfico: molino de grano, minicentral hidroeléctrica, batán y fragua. Desde allí, se puede acceder a la preciosa aldea de As Veigas, totalmente rehabilitada y que hoy en día sólo funciona para el turismo rural. Un consejo: no miren hacia abajo, la carretera se las trae.
Para rematarla, además se come de auténtico lujo. La comarca de Oscos tiene sus propios quesos con denominación de origen (con eso a mí ya me llega), además de otras especialidades asturianas como la sidra, la fabada o los patés de carne de caza. Teniendo en cuenta que a aún no finales de septiembre la temperatura nocturna ronda los 6 grados, después de haber pateado a gusto todo el día se impone reponer fuerzas con una buena fabada y un arroz con leche. Nosotros comimos en el restaurante "El mazo", en el hotel "La Rectoral" en Taramundi, una de las mejores fabadas que he tomado en mi vida.
Eso sí, no esperen un clima cálido. No se puede tener todo y, al fin y al cabo, el agua es la fuerza motriz de esta preciosa comarca.
Fotos: Fata Morgana
Banda sonora: To one in paradise, Alan Parsons Project