LOS QUE HACEMOS DE ESTE BLOG UNA CASA DE LOCOS

LOS QUE HACEMOS DE ESTE BLOG UNA CASA DE LOCOS

MORGANA

JOTAELE

AGÜELO COCINILLAS

Oficialmente, profesora

Escritora

Casada y madre de familia

Me gusta leer, escribir y el rock and roll

Toco la guitarra

Hago dameros

Me gusta Patán

Odio la política y los programas del corazón

Oficialmente, abogado

Seductor

No sabe, no contesta

Me gustan las mujeres

Toco lo que me dejan

Hago el amor

Me gusta Betty Boop

Odio a Belén Esteban y a María Antonia Iglesias

Oficialmente, jubilado

Naturalista

Viudito y disponible

Me gusta observar la naturaleza humana

Ya no toco nada

Hago disecciones

Me gusta doña Urraca

Odio la caza, la pesca y los toros.

LIBROS LEÍDOS INVIERNO 2013

J.K. ROWLING: Una vacante imprevista
NOELIA AMARILLO: "¿Suave como la seda?
LENA VALENTI: "Amos y mazmorras"

jueves, 30 de diciembre de 2010

AÑO NUEVO, LIBROS VIEJOS





Parece mentira, ¿eh? En plena era tecnológica de ipads, tablets y libros electrónicos me sale a mí el lado nostálgico y dedico la última entrada del año a estas reliquias. Esta mañana casi me salía la lagrimilla al colocar los libros para la composición fotográfica. No están todos los que son, pero sí son todos los que están.
Si algo agradezco infinitamente a mis padres es que les gustara leer y que me transmitieran ese amor por las letras. Todos los libros antiguos que poseo (los de la foto son una pequeña muestra) fueron primero suyos. Me encanta abrir la primera página y ver la fecha, ninguno es posterior a 1950. Algunos conservan la etiqueta del precio todavía (irrisorio). Sus páginas están amarillas y polvorientas, pero me encantan.

Descubrí la mayoría de estos libros durante las vacaciones de verano o alguna de mis enfermedades infantiles, cuando se me acababa la lectura y tenía que empezar a buscar entre lo que había en casa. Siempre me alucinaron los dibujos de las sobrecubiertas. Muchos no han resistido el paso del tiempo, pero me parecían una obra de arte. En algunos casos, las tapas de las cubiertas tampoco han sobrevivido.
Poco a poco me los fui apropiando, viendo que el resto de la familia no les mostraba el mismo aprecio que yo. Los guardo como oro en paño y los releo de vez en cuando, especialmente mis favoritos, los de Cecil Roberts y los de Somerset Maugham. Otros los he leído solamente una vez, por parecerme cursis, aunque deliciosamente cursis. Y todos son viejos, pero entre sus páginas están las huellas dactilares de mi padre, de mi madre, de mis hermanos... Los considero un tesoro.
Como he dicho, no están todos los que son. Faltan muchos de mis favoritos, como "El velo pintado" o una edición a tres columnas de "Orgullo y Prejuicio" de Jane Austen. Y alguno de la inefable María Luisa G. de Linares. Pero elegí estos porque son los mejor conservados, así que imagínense cómo estarán los otros.

En fin, que despido un año viejo con libros viejos. Desde aquí les deseo a todos ustedes un feliz año nuevo, queridos blogueros. Sólo espero que el nuevo año no sea para mí tan espantoso como el que ya se marcha. Un abrazo a todos.


martes, 21 de diciembre de 2010

BOBBY FARREL, IN MEMORIAM


Como todo el mundo, he de reconocer que tengo un lado políticamente incorrecto (en mi caso, supera al correcto). Y también se extiende a mi purista gusto musical. Ése fue el que dominó cuando, allá por finales del siglo XX, salió la recopilación de los grandes éxitos de Boney M. Me faltó el tiempo para ir a comprarlo.
Sí, me gusta Boney M, qué le vamos a hacer. Tiene la virtud de hacerme mover el culo en cuanto oigo los primeros compases de casi todos sus temas, lo cual no es poco. Me hace sacar de paseo mi escaso buen humor. Me da ganas de bailar. Durante años copié con bastante acierto las bajadas de su cantante, aún a riesgo de hacerme una contractura seria. Y hace unos minutos me acabo de enterar de que tan formidable tipo, que cantaba como si desayunara cazalla a diario y bailaba como Quasimodo, ha muerto. Pues nada, in memoriam. Me da cierta pena, he de confesarlo. Aunque siempre nos quedará su música o, más bien, la de las morenas impresionantes que le hacían los coros, que son las que verdaderamente saben cantar.
Boney M conoció las mieles del éxito allá por mil novecientos setenta y mucho, gracias a un par de discos que contenían lo mejor de su producción: Daddy Cool, Ma Baker, Rasputin, Rivers of Babylon… después cayeron en el olvido, se les consideró horteras, todos los que habían destrozado pistas de baile envueltos en sus melodías renegaron de ellos y los consideraron horteras. Yo fui de las pocas que siguió fiel al fenómeno. Imposible olvidarlos: en cierto programa de la infausta TVG eran los invitados de honor casi todos los viernes. Las chicas acompañantes iban cambiando, pero Bobby seguía siendo el mismo. Aguantó estoicamente la tormenta cuando lo acusaron (y reconoció) que no cantaba en directo. Por lo demás, eran el último reducto de la música disco de los 70, la buena, antes de que el espantoso tecno lo invadiera todo, con sus horteras trajes dorados y sus esperpénticas coreografías. Descanse en paz.




lunes, 20 de diciembre de 2010

KEITH RICHARDS: "VIDA"


ABURRIDO *



Evidentemente, sería del género tonto pedir calidad literaria en la autobiografía de una estrella del rock, no es ése el objetivo principal en absoluto. Y, desde luego, el esperadísimo autorretrato del guitarra de los Rolling Stones Keith Richards no la tiene. Ni calidad literaria ni casi nada, en realidad. He leído hasta el día de hoy cuatro biografías de los Rolling Stones y ésta es, con diferencia, la peor de todas. De hecho, aprovecho desde aquí para recomendar la que hizo Gus Cabezas para la editorial Cátedra. Es completísima (trae reseñas discográficas) y está fenomenal de precio.

Yo no sé si el fallo está en que esperaba más. ¿Pero más de qué? Richards no se corta un pelo a la hora de hablar de su adicción a las drogas y adornar el relato con anécdotas de todo tipo. Tampoco me interesaba mucho ese tema, sino más bien el proceso creativo de la banda. Y Richards se pierde en auténticos fárragos a la hora de hablar de sus influencias de blues y country, haciendo el relato francamente aburrido y digno de leer en diagonal para todo aquel que no sea un experto en el tema. Asimismo, no tenía especial interés en los problemas que ha tenido durante todos estos años con Mick Jagger, y el caballero se despacha a gusto durante un buen montón de páginas con la pobre Brenda, como él lo llama. Quizá el problema es que había leído bastante sobre los Rolling anteriormente y no he podido evitar las comparaciones, que, como ya sabemos, siempre son odiosas. Es simpático el relato sobre su infancia y adolescencia (descafeinado encuentro con Jagger, pasando muy por encima la relación con Brian Jones y Bill Wyman), y poco más. Se explaya en demasía hablando de sus grandes colegas, como Gram Parsons o Bobby Keys (actualmente saxofonista de la banda), pero, al final, nada entre dos platos. Me ha gustado poder leer por fin de sus labios en qué consiste la famosa afinación en sol abierto que lleva usando desde hace muchísimos años y constatar algo que ya sabía: los Rolling hacen temas de poco más de tres acordes; Richards es clásico y purista, no quiere arriesgar y, por supuesto, odia los paseos por el lado oscuro del rock, es decir, el pop; tampoco toca TAN bien, por lo menos su fama no está justificada. Y como reconteur, como dirían los franceses, hará dormir a sus nietos de puro tedio. En resumen: mucha paja, cuando esperaba adrenalina pura. Una pena.

viernes, 10 de diciembre de 2010

EL IPHONE CHINO, O CHIPHONE




Necesito cambiar de móvil. Primero porque el mío ya casi no aguanta sin recargarse a diario. Segundo, porque parece de la época antediluviana, y eso que sólo tiene dos años. No tiene nada interesante, creo que el adelanto tecnológico más puntero que posee es el bluetooth. Dos años hace que lo tengo, el teléfono supongo que tiene más, fue producto de un cambio por puntos en una de las tiendas de operadores, no pienso decir en cuál. Todas son igual de mangantes. Llevo dos meses buscando un móvil decente para acogerme al plan y en todas tengo que casarme con ellas. Y yo ya estoy casada.
Para más inri, esta semana ha entrado en mi humilde hogar el pijerío más absoluto en telefonía móvil: un iphone 4. Sólo que no era para mí. La verdad es que no me ha dado mucha pelusa, me parece demasiado caro como para dejarlo olvidado en la barra del bar donde tomo el café de las once. Pero la llegada del nuevo miembro macinthero de la familia me hizo darme cuenta de lo desfasada que estoy en ese campo. La culpa: los operadores de telefonía móvil. Te tienen pillado por salva sea la parte, si quieres un móvil puntero te tienes que plegar a un plan draconiano, tarifa plana, bla, bla, bla. Así que decidí mear fuera del tiesto y buscar un móvil libre. ¿Y dónde se busca mejor? Lo han adivinado: en la red. Allá me voy a google y tecleo: "móvil con wifi". Porque sí, señores teleoperadores, si tengo wifi no quiero para nada sus putas tarifas punto G. Pero resulta que ustedes no me dan un móvil con wifi si no me hago un plan de tarifa plana que, a la larga, entre permanencia y toda la pesca, me va a salir más caro que comprarme un móvil libre.
En fin, que me voy de tema. Lo primero que me sale es una página donde venden falsificaciones de iphones (con diversos nombres, como hiphone y cosas así) a menos de cien euros. Ojiplática que me quedo... es igualito, y tan made in China como el iphone original. ¡Y el modelo 4 sólo cuesta 99.90! Les juro que estuve a un clic de comprarlo, menos mal que estaba el abuelo Cocinillas conmigo y me frenó la mano. Se me pasaron dos pensamientos por mi dura cabezota: que menudo morro tienen los de apple y la de pasta que se embolsarán cobrando lo que cobran por un móvil y lo que duraría el facsímil oriental... así que trasteé un poco por la red buscando opiniones de usuarios y me encontré lo que esperaba: el teléfono es una mierda, aunque admite dos tarjetas SIM que te eximen de contratos de por vida con movistar o similares (vaya, ya lo he dicho, qué bocachancla soy). Para ello hay que abrir la carcasa trasera e insertar las tarjetas. Si el telefonillo sobrevive a dicha maniobra, habrá que encenderlo. Es posible que no funcione. Eso si te llega en la fecha que ellos prometen, que son cuatro días, porque unos cuantos pardillos cabreados decían que habían tardado hasta dos meses en mandárselo. Hombre, China sigue estando muuuuuy lejos.
Bien, suponiendo que el gadget haya sobrevivido a la apertura de la carcasa y al encendido, lo siguiente es desbloquearlo deslizando el dedo suavemente por la pantalla, igual que el original. Sólo que el original es ultrasensible y se desbloquea a la primera, y éste en cambio hay que desbloquearlo con martillo y escoplo poco menos. Por supuesto, el interfaz es clavado al del iphone, pero en cutre. Dicen que hasta sale la manzanita de bienvenida. E imagino que de descargarse aplicaciones de itunes, nanay de la China, nunca mejor dicho.
Éste era el producto estrella, pero, no se lo pierdan: tienen una ipad falsa llamada Apad (originales, los chicos) a ciento y pico euros. E imitaciones de blackberrys y otros juguetes varios. También tienen aparatos para espiar, pero no sé muy bien en qué consisten... ni quiero. Creí que esas cosas sólo existían en la CIA y en la imaginación de Stieg Larsson, francamente.
Por ser justa, he de decir que también he leído opiniones favorables del producto, pero viendo que las calamidades las superan por goleada, qué quieren que les diga... yo me quedo con un nokia de los de toda la vida, no vaya a ser que por culpa de comprar el iphone chino acabe necesitando un sonotone, como mi abuelo Cocinillas.